En este articulo vamos analizar el articulo de Morgan Stanley en donde la mundialmente reconocida firma de inversiones recopila las 10 tendencias económicas en lo que va del 2021 que según ellos van a redefinir el perfil de los nuevos ganadores y perdedores en el mercado global.
Algo en lo que coinciden la mayoría de analistas es que, en el marco de la pandemia del COVID-19 se han acelerado procesos económicos a ritmos inimaginables en un escenario “normal”; la transformación digital que miles de empresas tuvieron que adoptar para seguir facturando o la intervención de los gobiernos en la economía del país son solo algunas de las tendencias que evidencian un nuevo panorama de los mercados globales en el mediano plazo.
A continuación presentamos las 10 tendencias que según Morgan Stanley marcarán el futuro de la economía mundial
- Mercados financieros y una economía emergente
Según la firma inversionista las encuestas reflejan que los inversores esperan otro año difícil para los mercados financieros, aunque esta vez en una economía en recuperación. Sin embargo, dicen que el estímulo masivo de los gobiernos a las economías amenaza con reactivar la inflación y elevar los rendimientos de los bonos, afectando directamente a las acciones. También auguran que el aumento repentino de los ahorros que en 2020 se destinaron a los mercados financieros, irá disminuyendo gradualmente en proporción con los con el fin de la pandemia y por ende el gasto irá en aumento, los inversores ya miran la pandemia como un desastre natural pasajero.
- Inflación
Según la investigación existen cuatro factores que potencialmente amenazan con disparar la inflación, que en Estados Unidos había estado controlada durante casi cuatro décadas.
Despoblación: el crecimiento de la población mundial en edad de trabajar está disminuyendo y la disminución de la oferta de mano de obra tiende a aumentar los salarios
Desglobalización: La caída del crecimiento del comercio mundial desde la crisis financiera de 2008 sigue reduciendo la competencia
Disminución de la productividad: la disminución global, impulsada en parte por los gobiernos que rescatan a empresas improductivas, eleva los costos de las empresas y eleva los precios al consumidor.
Deuda: El aumento de la deuda pública, incluidos billones para pagar los paquetes de estímulo pandémico, podría ser la sacudida que revive la inflación.
- Vivienda en demanda
Con la inflación creciente, se observa la tendencia de los inversores en recurrir a coberturas tradicionales para frenar sus efectos en las finanzas, entre las que se destacan las viviendas. Los precios de las viviendas aumentaron en todos los países desarrollados y según los analistas esta tendencia va a durar por lo menos en hasta el 2022. Esto se debe a que la mayoría de bancos centrales del mundo bajaron las tasas de interés a corto plazo a mínimos históricos ocasionando que las tasas hipotecarias a 30 años también se redujeron a mínimos históricos, 3% en Estados Unidos y aún más baja en la zona Euro.
Se estima que una vez finalizada la pandemia la demanda de viviendas de las familias jóvenes seguirá tirando hacia arriba el precio de las viviendas en los países desarrollados.
- Nuevas políticas económicas
El retornos a la normalidad y una potencial reactivación de la inflación pueden obligar a los bancos a ajustar sus políticas económicas nuevamente. Según Morgan Stanley, se espera primero una reducción en la compra de bonos de deuda y no tasas de interés más altas, medidas que pueden tener consecuencias para los principales actores de los mercados bursátiles.
- Un mundo post dólar
En el marco de la pandemia Estados Unidos aumentó en billones de dólares los gastos de estímulo, ocasionando que su deuda externa se disparara por encima del 50% del PIB, nivel que que históricamente ha conducido a una crisis financiera.
Hoy en dia el dolar es la moneda de cambio indiscutible, pero asimismo lo fue la de muchos imperios que en el pasado ostentaron este título hasta que el resto del mundo perdió la confianza en que podían pagar sus cuentas con ella.
Si bien no existe otra divisa que pueda desbancar el dólar, la aparición del Bitcoin en 2020 como depósito de valor ( una opción digital al oro) y como medio de intercambio ( una opción digital al dólar) abre la brecha para la decadencia (en el futuro) del dólar estadounidense. Es cierto que hay unos analistas muy escépticos, pero, la realidad es que los millennials tienen muchas más probabilidades de adquirir criptomonedas y serán las nuevas generaciones y sus formas y necesidades de consumo las que determinarán qué moneda va a suplantar al dólar.
- Un renacimiento de los commodities
Históricamente los precios de las materias primas han disminuido en forma constante desde 1850, antes de esa fecha, tuvo décadas de auge y parece que nos aproximamos a una nueva era de crecimiento.
El dólar ha empezado a debilitarse. Cuando el dólar baja se observa una relación negativa con las materias primas. Por ende, un dólar en declive tiende a impulsar las materias primas mundiales.
En conclusión los analistas creen que tras los últimos diez años de bajos precios, recortes en la inversión y suministro de materias primas más un aumento de la demanda en el marco de la recuperación post pandemia, se dará el escenario ideal para la reactivación de los precios de las materias primas.
- El regreso a los mercados emergentes
Según el análisis de Morgan Stanley, existen tres razones para esperar una reaparición de los mercados emergentes en la recuperación post pandemia
- La primera, es que si se cumplen las predicciones de los commodities, se van a reactivar de manera progresiva las muchas economías emergentes que dependen de las exportaciones de productos primarios.
- Las economías emergentes desde India hasta Brasil, en el marco de la pandemia han legislado a favor de una ola de reformas económicas para impulsar sus exportaciones y reforzar con tecnologías el sector agrícola.
- La pandemia aceleró la adopción de la tecnología de Internet en todas partes, pero la revolución digital se está dando más aceleradamente en los mercados emergentes dando mayor impulso al crecimiento de su economía. La razón de ello se debe a la infraestructura existente que había antes de la pandemia
- Una revolución digital
Como lo citamos anteriormente una de las razones de la rápida adopción del internet en todas las regiones con economías emergentes es que no existía ni estructura, ni presupuesto ni voluntad en hacerlo. Fue la pandemia el motor que impulsó esta revolución. De las 30 economías más digitalizadas del mundo (porcentaje del PIB que provienen de ingresos digitales) 16 están en mercados emergentes, tal es el caso de China, Corea del sur y Colombia. Se estima que los ingresos digitales de las economías emergentes están creciendo por encima del 11% anual, otro factor que apalanca el regreso de los mercados emergentes.
- Retadores en ascenso
Estados unidos y China son los gigantes del comercio electrónico y han logrado grandes avances en este rubro, sin embargo desde el sur de Asia hasta América del sur, empresas regionales empiezan a destacar y hacerle frente a estas potencias mundiales, demostrando que el éxito del comercio electrónico no radica tanto en el potencial económico de una región si no en la capacidad de entender los gustos y necesidades locales para desarrollar soluciones que exceden las expectativas de los consumidores.
- Nuevos hábitos de los medios
Incluso antes de la pandemia el entretenimiento digital estaba acabando con las formas tradicionales de entretenimiento (principalmente la televisión, que durante décadas fue el medio de comunicación y entretenimiento número uno). Con la pandemia la industria del entretenimiento en línea se disparó a niveles insospechados e incluso consiguió nuevos adeptos, de diferentes generaciones, no solo los niños y los millenials consumen este tipo de entretenimiento, cada vez más personas reemplazan el noticiero de la noche por una serie de Netflix o una clase de macramé por YouTube.
Se estima que en Estados Unidos el consumo de Televisores ha caído constantemente en los últimos años alrededor del 16% y se espera que para el fin del COVID-19 esta tendencia se mantenga.
Esto supone un cambio crucial para las empresas y anunciantes que tendrán el reto de entender las nuevas formas de comunicación y entretenimiento para basar en ello sus estrategias comerciales y su crecimiento económico.